Se trata de que todo el que desee estudiar logre alcanzar sus metas. Sean muchachos cuyas familias tengan apenas los recursos más elementales, o los hijos de un minero cuyo trabajo le exija vivir a doscientos kilómetros de la universidad más próxima. No se trata de un sueño sino de una realidad que se irá desplegando ante nuestros ojos, como ocurre con los teléfonos móviles, la mensajería instantánea o las películas en streaming.

“El futuro de la educación digital está en la adaptación y la colaboración”, declaró el doctor Bharat Anand, vicerrector de Avances en el Aprendizaje de la Universidad de Harvard. Anand participó en el congreso organizado por el Instituto para el Futuro de la Educación del Tecnológico de Monterrey. El rector del Sistema Tec, David Garza, dio inicio al evento, realizado a fines de enero de 2024. Incluyó más de 350 actividades destinadas al aprendizaje, colaboración e innovación. Conferencias magistrales, paneles, mesas redondas, espacios destinados a la interacción, para que estudiantes, profesores e investigadores se conocieran y propusieran nuevas maneras de prepararse en sus campos de especialidad.

Más de 458 contribuciones, participantes de 40 países y 169 instituciones. Se reunieron 90 rectores y 4 mil educadores para reflexionar sobre las tendencias y tecnologías que revolucionan la educación a nivel mundial. Las grandes líneas temáticas: tendencias educativas, tecnologías para la educación, innovación académica de la salud, gestión de la innovación educativa y aprendizaje a lo largo de la vida.

Se debatió sobre la inteligencia artificial, con sus alcances, peligros y aplicaciones en proyectos de investigación, la posibilidad de crear videos o audios en lugar de reportes escritos, el uso de la tecnología contemporánea para facilitar la comunicación constante entre alumnos y profesores, mejorar las prácticas profesionales, el trabajo de campo y de laboratorio.

Los expertos analizaron el futuro del aprendizaje y llegaron a conclusiones. Todo indica que el aprendizaje será cada vez más personalizado, y que cada vez con más frecuencia un solo profesor dará clases a miles de estudiantes al mismo tiempo, mediante hologramas y transmisión en vivo. Esto ya ocurre.

¿Qué nos depara el futuro inmediato? Más colaboración entre universidades, para incrementar los intercambios de estudiantes y docentes. Que la práctica vaya a la par de la teoría, para resolver algunos de los problemas más acuciantes. Que nadie se quede sin estudiar, aunque viva en el bosque, la montaña, un pueblo pequeño o a orillas del mar. Un dispositivo móvil será la herramienta para el aprendizaje, a la distancia, ahí donde se encuentre el interesado en adquirir conocimientos y prepararse para la vida laboral.

El aprendizaje a lo largo plazo, la inclusión de personas neurodivergentes, la posibilidad de graduarse de una carrera en la tercera edad, esos sueños de los sabios antiguos podrán realizarse. Ya hay miles de cursos gratuitos ofrecidos por las grandes universidades, infinidad de canales en internet para aprender lo que usted quiera, sin pagar colegiaturas. En materia de educación, hay buenas noticias.

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