1.- ¿A qué le teme Samuel? Fue capaz de renunciar a su aspiración presidencial con tal de no dejar el gobierno de Nuevo León en manos de nadie que no fuera suyo. ¿Pues qué esconde? ¿Qué cadáveres tiene en el closet? ¿O esperaba que el presupuesto estatal fuera la gasolina para la campaña?

2.- Samuel García, que dice representar la “nueva política”, opera con las prácticas más viejas: en un comunicado absolutamente inusual el Consejo de la Judicatura Federal denunció la intimidación contra sus integrantes, súmele la persecución a opositores y familias y el envío de un contingente para romper la sesión del Congreso local.

3.- Samuel no supo negociar. Y creyó que con argucias de coyote de juzgado iba a salirse con la suya. Más que nueva o vieja política lo que hay es mala política.

4.- Ni es el desafuero, ni Samuel es AMLO. Justo lo contrario: a López Obrador lo querían sacar de la boleta, a Samuel le aprobaron la licencia para que compitiera y hasta se resistieron un par de días para se quedara en la contienda presidencial. Si Samuel no estará en la boleta es porque no quiso.

5.- El berrinche. Ya que decide no buscar la Presidencia, publica un video diciendo que se queda de gobernador para no descuidar su estado. Es el niño chiquito al que descubren sus papás en la travesura y trata de cambiar los hechos que todo mundo vio.

6.- Las cabezas de los partidos, a quienes siempre se ningunea y minimiza, supieron operar. Marko Cortés, del PAN, y “Alito” Moreno, del PRI, le tendieron la cama a Movimiento Ciudadano. Le desarticularon a su precandidato y encima, hicieron ver a MC como un ala de Morena. Quien se quede con la candidatura presidencial de MC tendrá que batallar contra una percepción de que son unos esquiroles del gobierno. Con ello disminuyen la amenaza de perder segmentos del electorado que buscaban una oposición que no fuera regresar a los partidos de antes.

7.- Morena tendrá desde el norte del país a un golpeador constante del Frente opositor. El presidente López Obrador tiene a la oposición dividida y peleando entre ellos mientras su candidata se placea cómodamente arriba en las encuestas.

8.- Estos 10 días de Samuel (y Mariana) nos demostraron que las campañas sí importan y que nada está definido. Duró unos cuantos días la aspiración de Samuel. Es cierto. Pero en ese tiempo, supo con sagacidad robar los reflectores, adueñarse de la conversación y obligar a sus contendientes Claudia y Xóchitl a hablar de él.

9.- Xóchitl Gálvez podría aprovechar esta oportunidad para salir del marasmo. (No importa cuándo lea usted esto). Su base despertó ante el descaro del caso Samuel. Una gasolina que su campaña no había tenido hace tres meses. Puede aprovechar para mostrarse presidenciable.

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