En este tiempo en el que vivimos actualmente, a muchos nos cuesta describir el tamaño de la realidad de nuestro amplio entorno, junto con los retos que se tienen en el presente y en el futuro. Nos ocurre eso por que muchos pertenecemos a generaciones que crecieron en condiciones y características muy diferentes a las del presente milenio, en el que la información es prácticamente ilimitada y hay temas fundamentales que hoy abarcan el planeta entero, mientras otros vivíamos valorando un entorno mucho más limitado.

Quienes disfrutamos la juventud hace décadas, lo hicimos en un tiempo en el que las ideas en nuestro pensamiento se quedaban en él, a menos que tuviéramos entonces el talento de plasmarlas en papel o darles forma tridimensional en una maqueta y con ello intentar materializar cada una de ellas.

Hoy es muy diferente, la tecnología y la inteligencia artificial nos permiten plasmarlas en un dispositivo, utilizando herramientas para imagen, diseño, dibujo y mucho más para poder observar lo creado desde cualquier ángulo e incluso tenerlas físicamente hechas en miniatura con diversos materiales.

Algo similar ocurre con las ideas, la investigación y el desarrollo de procesos y modelos conceptuales que dan origen a tantas novedades que siguen sorprendiendo a todos, día tras día.

La imaginación y la creatividad siguen siendo las principales herramientas que tenemos todos los seres humanos y que en la medida que la utilizamos, nos han llevado a realizar lo que en otro tiempo se consideraba imposible. La creatividad es consecuencia de la imaginación, no al contrario. Pero en la medida que cada vez dependemos más de los dispositivos electrónicos, pareciera que la dejamos a un lado y ello implica un riesgo, tanto para los niños como para los adultos.

Decía Albert Einstein: “La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado, mientras que la imaginación no”. No obstante, se antoja que en la medida en que contamos con más herramientas, fruto de la tecnología, podemos tener mayor probabilidad de convertir en realidad mucho de aquello que nuestra imaginación se le ocurre crear.

Por otro lado, los cambios generacionales han propiciado el desarrollo de la humanidad, pero continuamos enfrentando las mismas características de la naturaleza humana como son la ambición, el poder, la polarización de las ideas, la intransigencia, la violencia, etcétera, que impiden que el conocimiento, la imaginación y la creatividad puedan construir soluciones más inmediatas, para los retos, no solo los del planeta como nuestro único espacio para vivir, sino los de nuestras estructuras sociales que se resumen en una mayor brecha de desigualdad y en cambios en la calidad de vida, vista esta desde la perspectiva del incremento de riesgos cotidianos, en especial para los menores que hoy no tienen aquella enorme libertad que tuvimos los hoy mayores cuando niños.

Reconocer y fomentar la importancia de desarrollar la imaginación en los niños y en consecuencia de la creatividad, debe ser una prioridad total para encontrar, definir e implementar soluciones a los retos actuales, con el uso de las maravillosas herramientas de la tecnología y reconociendo que somos parte de una gran comunidad, que incluye este Querétaro nuevo que deseamos conservar.


@GerardoProal

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