A menos de un mes de terminar el año, uno de los temas que sin duda vale la pena comentar es lo relacionado al desempeño económico con el que cerraremos el 2021 y las perspectivas que se vislumbran para el 2022. Pese al resurgimiento de la pandemia por la aparición de nuevas variantes, el mundo se encuentra en un periodo de “recuperación económica” que no ha sido tan exitoso como hubiéramos esperado.

Hay dos elementos que no debemos perder de vista en las estimaciones económicas para el próximo año, la primera es el crecimiento económico; la segunda, la inflación. Los últimos reportes del Banco de México (Banxico) apuntan a que el crecimiento económico de México para 2021 se ubicará en 6% y no en 6.2% cómo se estimaba en septiembre de este año, mientras que para el 2022 se estima un crecimiento de la economía del 3%; en cuanto a la inflación se estima que los niveles se ubiquen en 6.63% para este año, mientras que en 2022 podría ser del 3.84%.

Y aunque el fenómeno de la inflación se ha convertido en una afectación mundial, llama la atención el aumento constante que se registra en nuestro país, superó en el mes de noviembre el 7%, la mayor cifra de inflación que hemos tenido en los últimos 20 años.

La inflación es uno de los temas que más nerviosismo ha causado a nivel internacional, pues a pesar de varios intentos por parte de los bancos centrales para combatirla, el aumento de precios parece seguir a la alza; en este sentido, lo mejor que podemos esperar para ver una reducción en la tasa de inflación es la recuperación de las empresas que sobrevivieron a la pandemia y el surgimiento de nuevas empresas en industrias emergentes, sobre este último punto el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) comparte tres lecciones que pueden detonar la recuperación económica a nivel local.

La primera de ellas tiene que ver con fortalecer los ecosistemas de emprendimiento e innovación, tomando en cuenta que sólo a través del talento local se pueden generar respuestas rápidas a los problemas que ha causado la pandemia. La segunda recomendación es que los gobiernos deben entender la relevancia de contar con una importante capacidad científica de excelencia que les permita asesorarse y justificar la toma de decisiones en momentos de emergencia.

El BID destaca el rol trascendental que tiene contar con una agencia pública que articule los desafíos con las soluciones, se pone como ejemplo Uruguay, Panamá, Brasil y Colombia que han sabido canalizar las necesidades emergentes  a través de convocatorias especiales, concursos, desafíos o hackatones, especificando para cada caso las condiciones técnicas necesarias que debían cumplir las propuestas, buscando a los emprendedores, innovadores, creativos y académicos para coordinar esfuerzos y llegar a soluciones más eficientes, rápidas y económicas.

La recuperación económica del mundo y con mucho mayor énfasis la de México, dependerá de la capacidad con que se impulsen las industrias creativas y del conocimiento, que se aprovechen mercados que anteriormente no estaban tomados en cuenta y que se potencialice el talento local para crear productos innovadores y con alto valor agregado, en esta tarea los gobiernos tienen un papel fundamental a la hora de generar una visión compartida para el futuro.

En Querétaro es el momento del conocimiento y de la creatividad.

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